sábado, 6 de julio de 2013

Ni becario precario

Un nuevo post, pero esta vez no voy a mostraros mis diseños, ni fotografías, ni nada puramente visual, hoy quiero quejarme como han hecho ya miles de estudiantes españoles, sacar pensamientos con los que muchos os sentiréis identificados.

Cuando terminé la carrera, hace un año exactamente, sabía que las cosas estaban peor que nunca, pero no me imaginaba hasta dónde podía llegar. Si tu situación es de un licenciado o graduado que ha acabado la carrera, y que, obviamente, no tiene experiencia profesional, felicidades, estás oficialmente acabado profesionalmente a la edad de 22 años.

Hemos llegado a un punto en el que darías lo que fuera por trabajar por unos míseros 200 €, que para nuestra situación no son tan míseros, ya que casi nos arreglan el mes, pero si no tienes un convenio con tu centro de estudios, gracias, pero "se te ha pasado el arroz". Así que de repente, te encuentras en una especie de limbo, porque no eres estudiante, pero tampoco puedes llamarte profesional.

Esta es tu vida, tienes 22 años, y tienes que depender económicamente de tus padres para salir a tomar unas cervezas con tus amigos. Tu rutina empieza visitando todas las páginas de ofertas de empleo, inscribiéndote incluso en las que no cumples todos los requisitos, por si suena la flauta. Puede hasta ser un rato divertido, ya que encuentras algunas ofertas para superhombres en las que te piden 5 idiomas, conocer todos los programas de diseño gráfico del mercado, tener tu propio estudio de fotografía y estar aún cursando estudios universitarios. Lo siento queridísimos empresarios, pero me parece que algo no cuadra.

Y sí, está claro que la situación está muy mal para todos, jóvenes y adultos, pero muchas empresas utilizan esta oportunidad para su propio beneficio. ¿Para qué pagarle la seguridad social a un recién licenciado, si tengo estudiantes a patadas con los que me la puedo ahorrar?

Hagan un esfuerzo por salvar este país, y den oportunidades, hay mucha gente con talento por ahí, pero si no te ayudan a desarrollarlo y a ponerlo en práctica se quedará en el fondo, como tu autoestima después de meses y meses sin una oportunidad.

Paciencia...es lo que todos te dicen...al menos no te quedes en casa como si fueras un mueble más, aprende de forma autodidacta, desarrolla alguna actividad que te haga crecer en tu formación y busca cualquier cosa para sentirte útil. Ayúdate a ti mismo a no caer en la desesperación, y no te quedes sentado hasta que las oportunidades, tan escasas y poco vistas, llamen a tu puerta.


Son tiempos difíciles para los soñadores. (Amelie)